domingo, 4 de febrero de 2018

Eria, entre roca y agua

Las rocas más antiguas del valle del Eria son de edad Paleozoico (entre 500 y 460 millones de años).  Configuran una estructura en forma de “U” llamada sinclinal, sobre la que se disponen por edades: las más antiguas y resistentes (cuarcitas) formando los resaltes de las Sierras de La Cabrera y el Teleno, y las más modernas y fáciles de erosionar (pizarras) ocupando el fondo de los valles.

Mapa geológico simplificado del sinclinal de Truchas, una gran estructura en forma de cubeta por la que discurre el río Eria
La presencia de relieves elevados próximos aisla el sector occidental de la cuenca del Duero en pequeños corredores o cuencas intramontañosas de dirección NO-SE, contribuyendo a dirigir los vientos y templar los valles, con temperaturas medias anuales entre 9º y 11ºC y precipitaciones en torno a 673 mm al año.

El relieve cuarcítico de Peñas Grandes fuerza al Eria a cambiar su rumbo y dirigirse al sur hacia el Órbigo

En esta primera parada se divisa una panorámica de la cuenca del río Eria. Desde el alto de Peñas Grandes se puede observar el repentino quiebro del río, de hasta 90º en su trayectoria, identificado por la presencia de un tupido bosque de galería. Este relieve, formado por pizarras con ntercalaciones de cuarcitas fuertemente plegadas y afectadas por una fractura, supone una barrera difícil de flanquear por la acción erosiva del río. Sin embargo, el lecho se sitúa sobre los sedimentos Terciarios, representados por conglomerados rojizos y arcillas (materiales fácilmente erosionables), sobre los que el Eria puede encajarse fácilmente y continuar su marcha en dirección sur, hacia el Órbigo.

Vista aérea del giro del Eria desde Peñas Grandes


En este punto es muy común la presencia de manantiales o surgencias. Los sondeos eléctricos realizados por RENASA para el Instituto Geológico y Minero de España muestran que en esta zona del valle, la roca pizarra se sitúa a 280 m de profundidad. En la parte central del mismo, por donde circula actualmente el Eria, y a una profundidad de 80-90 m, existe una capa detrítica, situada entre dos paquetes de arcillas, que se adelgaza hacia el NO hasta llegar a Pobladura. Esta capa, porosa y de gran permeabilidad, configura un importante acuífero detrítico, del cual se abastece todo el entorno.

Bodegas subterráneas excavadas en arcillas rojas de edad Mioceno

La presencia de abundante agua subterránea tiene un efecto colateral. Las bodegas excavadas en las márgenes del río, sobre sedimentos Miocenos, se ven frecuentemente inundadas. Las rocas que forman el zócalo (las pizarras) contribuyen, como nivel impermeable, a acumular el agua en determinados niveles, únicamente drenados en zonas donde la roca se encuentra fisurada o donde la pizarra está alterada. Los riesgos por crecidas suponen un elevado coste económico y material debido a la ocupación de la lámina de agua, durante largos periodos de tiempo, de la llanura de inundación. Por ello es importante que a la hora de realizar planes de urbanismo y ordenación del territorio se realicen estudios de las aguas subterráneas.

Referencias
  • Castrocalbón. [Visitado el 04/02/2018] en: https://elblogdeayoo.blogspot.com.es/2013/11/castrocalbon-2.html
  • De Mingo, A. G. (1987). Prospección geofísica por el método SEV en el valle del rio Eria (León).
  • Fernández-Lozano J., Gutiérrez-Alonso, G. (2015). Geolodía León 2015. 500 millones de años de historia en el valle del Eria (León). Sociedad Geológica de España, 16 pp.
  • Heredia-Carballo, N., Rodríguez-Fernández, R., Bellido-Mulas, F., Lombardero-Barceló, M., Gallastegui-Suárez, G., and, Montes, A., 2002. Mapa Geológico, escala 1:200.000. Estudio Geológico aplicado a la investigación de recursos mineros y de materia primas en las comarcas de El Bierzo, La Cabrera, Sanabria y Valdeorras. IGME, Inedit report, 16p.
  • Mapa topográfico 1:25.000 serie PNOA. Instituto Geográfico Nacional.

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