sábado, 3 de febrero de 2018

El río Eria, donde todo comienza

El río Eria discurre por las provincias de León y Zamora, hasta su desembocadura en el río Órbigo, a la altura de la localidad de Manganeses de la Polvorosa. Su nacimiento se ubica en la Sierra del Teleno (León), desde donde parte encajado entre pizarras y cuarcitas, formando en algunos puntos abruptos valles y estrechos corredores por los que se abre camino hasta llegar a la comarca de La Valdería donde el valle se amplia.

Mapa del occidente leonés y localización del río Eria entre las Sierras de La Cabrera y el Teleno/Fuente: CHD

En este accidentado discurrir, a lo largo de 102 km de recorrido, el río “se oculta” en varios tramos continuando su camino por el subsuelo, dejándose ver únicamente en los periodos de máximo caudal, entre el otoño y la primavera. La infiltración alimenta los acuíferos, formaciones rocosas capaces de almacenar y transmitir el agua en cantidades significativas. Son las llamadas aguas subterráneas, que constituyen una de las reservas naturales de agua dulce más importante de la naturaleza.

El río Eria discurre bajo el subsuelo a su paso por la localidad de Nogarejas, especialmente durante la época estival


Los ríos y acuíferos ejercen una importante labor ambiental depurando los arrastres y la contaminación fruto de la actividad humana y llenando de vida sus cauces y riberas con numerosas especies de animales y plantas. La vegetación y el bosque de ribera contribuyen a reducir la velocidad del agua durante las crecidas, evitando en algunos casos el desbordamiento. Por esta razón es importante llevar a cabo una gestión ambiental responsable, con políticas adecuadas que se ajusten a cada cuenca y permitan mantener en buenas condiciones ambientales sus cauces y riberas.

La ribera del Eria es un entorno mágico de singular belleza

No hay comentarios:

Publicar un comentario